21.5.07

Els capellans contra Nova Planta


El colectivo eclesial -una parte, al menos, y no bien relacionada con la jerarquía- también quiere sumarse a la conmemoración de los 300 años de la batalla de Almansa. La treintena de sacerdotes progresistas integrantes del Grup de Capellans de Dissabte (se reúnen ese día) ha promovido un documento en el que reflexionan sobre las consecuencias de este hecho histórico en la Iglesia y exigen un paquete de medidas. Entre ellas, incluyen la derogación de un decreto episcopal promulgado por el arzobispo Mayoral en 1762: «Mandamos que en adelante se escriban todas las partidas en lengua castellana, poniendo los apellidos en la conformidad que suenan en valenciano».

A partir de esta norma, surgida en el ambiente de la Nueva Planta y la pérdida de los derechos históricos de los valencianos, se inició la desfiguración de muchos apellidos autóctonos, rastreable hoy en día en cualquier listado patronímico (Cháfer, ChisvertÉ). «Resulta gravemente decepcionante que hasta el momento ninguna autoridad eclesiástica no haya abolido aún el decreto de Mayoral», afirman los sacerdotes.

El manifiesto ya ha sido respaldado por 300 firmas, aseguran los promotores, que continuarán reuniendo apoyos en los próximos meses con el objetivo final de hacer llegar el escrito y las rúbricas al arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco.

Los clérigos progresistas también incluyen algunas demandas dirigidas al prelado y a sus compañeros al frente de las otras diócesis valencianas. «Que los obispos y presbíteros tengan un conocimiento estándar de comprensión y expresión en valenciano», dicen. Y consecuentemente, que la lengua y la cultura propias ocupe un lugar relevante en los seminarios y centros de formación eclesiásticos; que se asuma el valenciano en las catequesis parroquiales, y que se editen todos los textos litúrgicos en el idioma vernáculo, algo que está bloqueado por decisión personal de los obispos, ya que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) elaboró una traducción del misal.

En clave histórica, los clérigos del Grup de Capellans de Dissabte destacan que, tras el Concilio Vaticano II y la apertura de la liturgia a las lenguas propias, la oportunidad sí que ha sido aprovechada en Cataluña y Baleares, pero no en Valencia. La razón, apuntan, fue la denominada batalla de Valencia, que «truncó el impulso lingüístico y atemorizó a los obispos que, faltos de coraje y temple profético, se refugiaron en un sospechoso silencio, no siempre exento de complicidad» .

Ante este panorama, los sacerdotes señalan que «nunca podremos saber» lo que ha significado para la evangelización que la lengua habitual en el día a día «haya sido apartada de la vida eclesial» . Nunca se sabrá, añaden, cómo ha incidido en la comprensión del mensaje cristiano que los momentos más importantes de la vida (el nacimiento, el matrimonio, la enfermedad o la muerte) no se hayan celebrado en la lengua del pueblo.

Alfons Garcia, Valencia

"que tot està per fer i tot és possible" (Miquel Martí Pol)

"Tens les mans, tens el cor, tens les claus per obrir l'horitzó de llum." (Lluís Llach)

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2 Comments:

Anonymous Anònim said...

Segurament per això el meu cognom és "Sendra" i no "Cendra".

10:15 p. m.  
Anonymous Anònim said...

el sentiment de baixa estima a la cultura propia ve de lluny

6:20 p. m.  

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